Las cosas pequeñas pueden llegar a ser
grandes. Tú decides si ves el tamaño o el potencial que tienes. Decides
si ves una semilla pequeña o el potencial que ella posee.
¿Qué ves en una semilla, un
fruto o un árbol? Un árbol, pero también puedes ver un bosque, porque de
la misma semilla va a salir todo. Las cosas son tan pequeñas o
poderosas como decidas verlas. El éxito está en convertir las cosas
pequeñas en grandes.
He estado hablando de usar lo que
tenemos. Mucha gente no sale adelante por no usar lo que tiene. La
mayoría de personas siempre se queja de las cosas que no posee, en
lugar de usar lo que sí tiene. Cuando logramos ver las cosas pequeñas
que Dios nos ha dado, somos capaces de ver lo que podemos lograr. La
Biblia dice que sin Dios no podemos hacer nada, pero también nos dice
que haremos grandes proezas en Él.
Todos nosotros venimos de lo
pequeño, somos el producto de un diminuto esperma que luchó contra
millones para encontrar un óvulo qué fecundar; y no nos damos cuenta
que a partir de ese momento mantenemos una constante lucha por vivir.
Las cosas pequeñas no se deben menospreciar porque en ellas se
encuentran grandes cosas.
Las cosas pequeñas pueden llegar a
ser grandes. Tú decides si ves el tamaño o el potencial que tienes.
Decides si ves una semilla pequeña o el potencial que ella posee. ¿Qué
ves en una semilla, un fruto o un árbol? Un árbol, pero también puedes
ver un bosque, porque de la misma semilla va a salir todo. Las cosas
son tan pequeñas o poderosas como decidas verlas. El éxito está en
convertir las cosas pequeñas en grandes.
La Biblia dice que en los lomos
de Abraham había una gran generación. Puede que solamente hayas visto
en Abraham un hombre estéril y en su esposa una mujer igualmente
estéril, pero Dios vio el potencial que había en ellos. Dios suele ver
el potencial que las cosas tienen y no el tamaño, es decir, Él sabía
que en los lomos de Abraham ya había una gran generación, por eso le
dijo que su descendencia sería como las estrellas.
¿Que ves?, el tamaño o el
potencial de las cosas. Puedes tener un billete de 100 en las manos y
ver sólo eso, puedes ver una blusa, un pantalón o ver la capacidad que
tienes de producir 20 más sobre él. La gente que un día se hizo rica
fue porque sabía que de ese billete podían salir millones. ¿Qué ves de
ti mismo? miras tu tamaño, la ciudad o el barrio donde naciste, las
circunstancias o ves el potencial que tienes. Debes ser una persona que
en lugar de ver el tamaño de las cosas, mire el potencial.
La Palabra dice en la parábola de
los talentos que el señor le dio talentos a cada uno conforme a su
capacidad. Cuando hablamos de talentos aquí lo hacemos como moneda, al
que tenía cinco le dieron sólo cinco porque tenía capacidad de producir
cinco sobre ellos. También dice que a un hombre le dieron sólo uno y
lo enterró, entonces, cuando el amo volvió a pedir cuentas, le quitó su
talento y lo entregó al que tenía diez.
Dios no te ha bendecido más
porque estás sentado esperando los recursos que ya te dio. La bendición
que recibes del Señor depende de cuánto puedas manejarla o
administrarla. ¡Usa la capacidad que Dios te dio!
La Palabra del Señor en Marcos
8:15-21 dice: “Y él les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura
de los fariseos, y de la levadura de Herodes. Y discutían entre sí,
diciendo: Es porque no trajimos pan. Y entendiéndolo Jesús, les dijo:
¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún
tenéis endurecido vuestro corazón? ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo
oídos no oís? ¿Y no recordáis? Cuando partí los cinco panes entre cinco
mil, ¿cuántas cestas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos
dijeron: Doce. Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas
canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Siete. Y
les dijo: ¿Cómo aún no entendéis?”.
En este pasaje Dios está hablando
del corazón y de no entender, pero el corazón no entiende, es la
mente. Cuando a María le dijeron que iba a quedar esperando a Jesús,
ella creyó. Sólo preguntó cómo podría ser pues no conocía varón. Y el
ángel le dijo que a través del Espíritu de Dios. Cuando por fin crees
una cosa, Dios empieza a hablarte de la otra.
Nosotros primero tratamos de
entender y luego creemos. Cuando la gente empieza a pensar que puede
llegar a hacer cosas aunque no sepa cómo, puede llegar al éxito. Si
buscas primero cómo saber hacer las cosas y no crees que lo puedes
hacer, estás limitando tu potencial.
Mi esposa les puede dar
testimonio de que yo siempre creí que íbamos a llevar el evangelio a
miles. Yo fui el primer chofer de canal 21 de Guatemala, y creía que
íbamos a tener un programa en la televisión, porque las cosas pequeñas
se pueden convertir en grandes con fe. Debes creerle a Dios que las
cosas que te ha dado pueden llegar a ser grandes. No debes decir “no
puedo”, debes preguntar “como se hace”.
En los ministerios se habla de
oír la voz de Dios en forma audible. He visto tres veces al Señor y
nunca he oído en el concepto que tiene la voz de Dios audible. ¿Cómo es
la voz de Dios grave o aguda? ¿Cuál es el idioma de Dios? ¿Cómo vas a
saber cómo es la voz audible de Dios? No la has sabido reconocer que es
distinto. Mucha gente no se mueve porque dice que no ha escuchado la
voz de Dios, pero si crees que Dios te está hablando, puedes oír su voz
y las promesas que quiere darte a través de alguien más.
El problema es que estás más
interesado en la voz que en las promesas que quiere decirte. No importa
cómo, lo importante es que hable. Si tienes Palabra de Dios y un
versículo que declarar, tu misma voz puede ser la voz de Dios. Si
quieres oír más la voz de Dios, párate delante de un espejo y empieza a
repetir todas las promesas que el Señor tiene para tu vida, y estarás
escuchando la voz de Dios. No importa cómo es la voz, lo que importa es
lo que diga a tu vida.
Todos son la voz Dios. Cuando
hablas la Palabra, ¿no es esa la voz de Dios? La Biblia dice que Dios
habló a través de hombres. Has escuchado la voz de Dios muchas veces,
pero tu corazón ha sido duro. Cada vez que una persona se acerca y me
bendice, estoy oyendo la voz de Dios, puede que el tono cambie, pero el
mensaje es el mismo.
Jesús alimentó con siete panes a 4
mil personas y con cinco alimentó a 5 mil, la cantidad es lo de menos,
lo que cuenta es el principio. De eso no se trata. Se trata de
respetar el principio de multiplicación. La Palabra dice: “de cierto te
bendeciré y te multiplicaré”. ¿Pero cómo sé yo que algo se puede
multiplicar?, ¿por lo que es o por la persona que lo tiene? Lo que
tienes se puede multiplicar tantas veces como quieras.
Nuestro Señor es un Dios bueno y
su creación también lo es. No sé por qué el mundo desprecia tanto la
creación de Dios, si nosotros mismos somos imagen y semejanza de Dios.
No creo que Dios haya dicho al verte: “Este no me salió bueno”. No creo
que Dios haya hecho algo malo. No te desprecies. Dios te dio capacidad
y talento para que lo uses.
Cuando Dios hizo ese ser humano,
le puso cualidades y virtudes para salir adelante. La Biblia nos dice
que sin Dios no podemos hacer nada, pero también dice que en Cristo
podemos salir adelante. Cuando tengas una actitud de negativa, no te
justifiques diciendo: “es que no sabe de dónde vengo”. El problema que
tienes es que no olvidas, nunca es tarde para volver a comenzar.
Me da pena viajar al mundo y
encontrar gente que está mal por dentro y quieren que una oración los
cambie. Están esperando algo externo, que alguien los saque adelante.
Ruego a Dios que me use para cambiar la mentalidad de la gente de mi
país, de la gente de Latinoamérica porque hay miles de personas que
dicen que no pueden, pero Dios no nos creo así, así los formaron Y
tiene solución, dejémonos formar por los pensamientos y las promesas de
Dios. Déjate formar, no importa la cultura que tengas o la posición
socioeconómica, sólo deja que la Palabra de Dios te renueve y podrás
ver que en Cristo Jesús se puede lograr.
Ruego a Dios que me use para
cambiar la mentalidad de la gente de mi país, de la gente de
Latinoamérica porque hay miles de personas que dicen que no pueden,
pero Dios no nos creo así, así los formaron. Y tiene solución,
dejémonos formar por los pensamientos y las promesas de Dios. Déjate
formar, no importa la cultura que tengas o la posición socioeconómica,
solo deja que la Palabra de Dios te renueve y podrás ver que en Cristo
Jesús se puede lograr.
Dios esta aquí y en todo lugar,
y hay algo tan pequeño que puede producir algo tan grande como la
salvación y la vida eterna, es la oración de fe. Si tu quieres recibir
a Jesús en tu corazón repite conmigo esta oración: Señor Jesús, te
abro mi corazón, reconozco mis pecados, dame la vida eterna. Reconozco
que eres mi Señor y mi salvador y por ti soy salvo, Amen.
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